Y llegamos al día clave con una feliz resaca de lecturas de Don Quijote.
El día de hoy es una especie de gozne temporal como el de Regreso al Futuro: Cataluña conmemora la muerte de Sant Jordi (véase San Jorge) en 303, que es también el patrón del movimiento scout y de la caballería medieval (aunque, creo, que de eso lamentablemente ya no hay). En Castilla "celebramos" la derrota del movimiento comunero a manos del emperador Carlos V con decapitaciones incluidas de sus cabecillas. Hoy se cumple además los 500 años de la promulgación de la Reinheitsgebot o ley de pureza en Baviera. Importantísimo acontecimiento.
Y de vuelta a nuestro inmortal Cervantes, hoy celebramos (poco) el día en que tras una vida de azares, descansó. Hoy al menos ya tenemos un sitio en el que dejarle nuestro recuerdo y agradecimiento. Algo que también hemos de hacer hoy en Stratford-upon-Avon, donde siempre hemos sabido que yace el no menos inmenso William Shakespeare. Casi 400 años, ya que, aunque no sea yo el primero en recorrer tan trillado sendero, el Bardo murió el 3 de mayo. Y sin embargo, también 23 de abril para Inglaterra.
Mas no temáis trampantojo temporal alguno, lectores. Simplemente, Inglaterra no adoptó la reforma gregoriana que adelantaría 10 días el calendario juliano hasta fecha tan tardía como 1752. Es decir, cuando cayó la última hoja del calendario del Bardo en Inglaterra, el día 23, en territorio hispano, la misma hoja marcaba 10 días más, el 3 de mayo.
Tanto da. Es una feliz carambola del destino celebrar ambos el mismo día. Y es de justicia... poética.
Os dejó un breve trailer de la película "Miguel y William", un divertido experimento histórico en el que (como mi profesor de Historia de la Filosofía antigua y moderna ya apuntara años ha) ambos, en vida, llegaron a trabar conocimiento.
No perdáis la oportunidad de ver entera esta cinta, quizá muy deudora de Shakespeare enamorado, aunque sea para divertiros con un Cervantes inmenso en la piel de Juan Luis Galiardo.
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